sábado, 25 de mayo de 2019

La importancia de controlar la enfermedad del asma


Las causas
Para el doctor Echave-Sustaeta uno de los factores de riesgo más importantes que incrementan las probabilidades de desarrollar un asma es el hereditario. Tiene más probabilidades de tener un asma un niño o una niña cuyos padres la padecen. Esto explica que un alto porcentaje de personas que tienen asma tengan algún familiar que también la sufra. Pero existen otros factores de riesgo como la obesidad, la rinitis crónica (inflamación persistente de la nariz con estornudos, picor y mucosidad nasal), tabaquismo activo o pasivo, o incluso factores emocionales como el estrés laboral...

“Por todo ello, el controlar estos factores tienen mucha importancia en el tratamiento del asma. Es fundamental para el diagnóstico correcto, el hacer pruebas que evalúen la función de los pulmones, siendo las más importantes las que permiten ver si existe obstrucción reversible de los bronquios”, asevera este especialista.

En España tiene asma un 5% de los adultos y un 10% de los niños, esto quiere decir que en cualquier clase del colegio, alrededor de 2-3 niños tienen que usar inhaladores para el asma. El asma se suele iniciar antes de los 10 años, y es menos frecuente que el inicio de los síntomas asmáticos se produzca después de los 40 años.

“Actualmente los niños pequeños, especialmente los que crecen en ambientes urbanos y/o en familias poco numerosas, se exponen mucho menos a determinados microorganismos. Esto provocaría que su sistema inmunitario (el que se encarga de defendernos de las infecciones) se desarrolle de forma diferente, favoreciendo la aparición del asma y reacciones alérgicas”, advierte Echave-Sustaeta.
La frecuencia varía en diferentes áreas geográficas, es mayor en zonas costeras y los síntomas suelen cambiar de unas personas a otras y variar a lo largo del tiempo.

Ante una sospecha de asma, la primera prueba a realizar es la espirometría, un sencillo procedimiento que consiste en llenar los pulmones de la máxima cantidad de aire posible y expulsarlo hasta el final tan rápido como podamos. Si esta prueba informa que están los bronquios obstruidos, se realizará un test de broncodilatación. “Consiste en administrar un broncodilatador de rápido inicio de acción (habitualmente Salbutamol), y se nos repetirá la espirometría unos 15 minutos después. La función de este broncodilatador es relajar la musculatura que rodea al bronquio, que en el asma suele tener una contracción en mayor o menor medida”, explica el doctor José María Echave-Sustaeta.

Si en esta segunda prueba, -continua este experto-, hay una mejoría muy significativa (hemos dilatado los bronquios o lo que es lo mismo se ha reducido la estrechez bronquial), indica que tenemos unos bronquios muy reactivos. Lo que llamamos hiperreactividad bronquial, esto es muy característico pero no exclusivo del asma.

El asma es una enfermedad “tan agradecida” al tratamiento, que la mayoría de los pacientes con asma bronquial experimentan mejorías muy notables con el tratamiento adecuado, en muchos casos pueden desaparecer todos los síntomas.

“Los tratamientos actuales permiten, en la casi totalidad de los que tienen asma leve y moderado y en muchos de los que tienen asma grave, controlar la enfermedad y tener una vida normal, sin limitaciones”, concluye el doctor Echave-Sustaeta.





Publicado en Sala de prensa - prsalud




No hay comentarios:

Publicar un comentario