Los Teques.- El epidemiólogo de Salud Miranda, Miguel Viscuña, informó que en las últimos dos semanas se han reportado 3 mil 468 casos de asma en los ambulatorios de la región mirandina.
Dijo que dentro de las afecciones respiratorias el asma es la común y figura como la quinta causa de consulta en la Red Francisco de Miranda.
Detalló que el asma por ser crónica, amerita vigilancia y tratamiento con broncodilatadores, Salbutamol, Berodual y esteroides, que actualmente no se consiguen en el mercado.
Dijo que el tratamiento mantiene los bronquios desinflamados. “Si no se consigue el tratamiento volverá la reacción inflamatoria y cuando ésta es prolongada puede provocar insuficiencia respiratoria, neumonía, bronquitis e incluso un paro respiratorio. Si no hay tratamiento la enfermedad puede ser mortal”, advirtió.
Alertó que no hay medicamentos alternativos para controlar el asma y recomendó a quienes padecen la enfermedad “tomar bastante líquido”, no “exponerse a virus y cambios de clima” y evitar cualquier tipo de contacto con el polvo, ya que este padecimiento “tiene mucha carga genética de alergia”.
Aumento de diarrea
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico número 27, del 3 al 9 de julio, los procesos diarreicos en niños de 1 a 5 años tuvieron un repunte de 29,6%, respecto a la semana pasada, al pasar de 311 a 442 casos.
Viscuña explicó que la causa responde a variaciones climáticas, condiciones de almacenamiento, expendio y manipulación de alimentos y también a “la calidad del agua potable y el deterioro de las condiciones de saneamiento ambiental, que determinan la frecuencia de esta enfermedad”.
jueves, 21 de julio de 2016
¿Qué provoca los ataques de asma?
El Patagónico - 24 junio 2016
El asma es un trastorno respiratorio crónico que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias. Algunas causas y desencadenantes son comunes a todas las personas que sufren la enfermedad, pero hay también diferencias individuales.
Aunque las causas últimas del asma no se conocen del todo, los factores de riesgo más importantes son productos inhalados, entre los que cabe citar los siguientes:
Alérgenos en espacios cerrados (por ejemplo los ácaros del polvo presentes en la ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos);
Alérgenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos); humo de tabaco, y;nproductos químicos irritantes en el lugar de trabajo.
Otros factores desencadenantes pueden ser el aire frío, una emoción extrema, de enfado o miedo, y el ejercicio físico.
En algunas personas el asma puede sobrevenir en respuesta a algunos medicamentos, como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o los betabloqueantes (empleados contra la hipertensión, algunos problemas cardiacos o la migraña). También la urbanización se ha asociado a un aumento de los casos de asma, pero no está clara la naturaleza exacta de esa relación.
Según estima la OMS, hay en el mundo unos 235 millones de personas que sufren asma. Aunque no se puede curar, un tratamiento apropiado permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida. Además, algunos niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años.
El asma es un trastorno respiratorio crónico que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias. Algunas causas y desencadenantes son comunes a todas las personas que sufren la enfermedad, pero hay también diferencias individuales.
Aunque las causas últimas del asma no se conocen del todo, los factores de riesgo más importantes son productos inhalados, entre los que cabe citar los siguientes:
Alérgenos en espacios cerrados (por ejemplo los ácaros del polvo presentes en la ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos);
Alérgenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos); humo de tabaco, y;nproductos químicos irritantes en el lugar de trabajo.
Otros factores desencadenantes pueden ser el aire frío, una emoción extrema, de enfado o miedo, y el ejercicio físico.
En algunas personas el asma puede sobrevenir en respuesta a algunos medicamentos, como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o los betabloqueantes (empleados contra la hipertensión, algunos problemas cardiacos o la migraña). También la urbanización se ha asociado a un aumento de los casos de asma, pero no está clara la naturaleza exacta de esa relación.
Según estima la OMS, hay en el mundo unos 235 millones de personas que sufren asma. Aunque no se puede curar, un tratamiento apropiado permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida. Además, algunos niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años.
Niños que padecen asma persistente tienen un riesgo elevado de desarrollar enfermedad obstructiva crónica (EPOC)
Una vez alcanzada la edad adulta. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos) y publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM).
En palabras del doctor Scott T. Weiss, director del estudio, “nuestros hallazgos muestran que el asma persistente infantil puede dar lugar al desarrollo de EPOC, algo que hasta ahora no se había descrito correctamente. Los niños que tenían una pobre función pulmonar al principio de la investigación siguieron unos patrones de crecimiento predecibles: la mayoría tenían un crecimiento pulmonar reducido a lo largo del tiempo y un número significativo acabarían cumpliendo los criterios para el diagnóstico de la EPOC”.
Mayor riesgo de EPOC
En el estudio, los autores analizaron la evolución de 684 niños con asma y edades entre los 5 y los 12 años hasta que cumplieron los 23. Y para ello, todos los participantes se sometieron cada año a un espirometría para evaluar el estado de su función pulmonar.
Concluido el estudio, el 11% de los participantes cumplía con los criterios diagnósticos de la EPOC y hasta un 75% mostró un deterioro de la función pulmonar y/o un menor crecimiento pulmonar al superar la adolescencia. Además, este efecto negativo asociado al asma no se pudo corregir con ningún tratamiento.
Como indica el doctor Robert C. Strunk, co-autor del estudio, “los resultados son ciertamente asombrosos. Para una persona que apenas acaba de alcanzar la edad adulta, el padecer ya la EPOC es terrible. Y es que según la EPOC evoluciona, los afectados tienen cada vez mayor riesgo de sufrir problemas de salud que les dificultan sus actividades cotidianas”.
En definitiva, concluye el doctor Weiss, “los médicos tienen que identificar de forma más precoz a los niños en riesgo y aconsejarles sobre las posibles medidas preventivas. Y es que dado que el asma es por sí misma un factor de riesgo para el desarrollo de la EPOC, los afectados deben ser advertidos sobre los riesgos asociados a la exposición ambiental, caso por ejemplo de fumar, que podrían intensificar sus síntomas y aumentar la probabilidad de que desarrollen EPOC”.
En palabras del doctor Scott T. Weiss, director del estudio, “nuestros hallazgos muestran que el asma persistente infantil puede dar lugar al desarrollo de EPOC, algo que hasta ahora no se había descrito correctamente. Los niños que tenían una pobre función pulmonar al principio de la investigación siguieron unos patrones de crecimiento predecibles: la mayoría tenían un crecimiento pulmonar reducido a lo largo del tiempo y un número significativo acabarían cumpliendo los criterios para el diagnóstico de la EPOC”.
Mayor riesgo de EPOC
En el estudio, los autores analizaron la evolución de 684 niños con asma y edades entre los 5 y los 12 años hasta que cumplieron los 23. Y para ello, todos los participantes se sometieron cada año a un espirometría para evaluar el estado de su función pulmonar.
Concluido el estudio, el 11% de los participantes cumplía con los criterios diagnósticos de la EPOC y hasta un 75% mostró un deterioro de la función pulmonar y/o un menor crecimiento pulmonar al superar la adolescencia. Además, este efecto negativo asociado al asma no se pudo corregir con ningún tratamiento.
Como indica el doctor Robert C. Strunk, co-autor del estudio, “los resultados son ciertamente asombrosos. Para una persona que apenas acaba de alcanzar la edad adulta, el padecer ya la EPOC es terrible. Y es que según la EPOC evoluciona, los afectados tienen cada vez mayor riesgo de sufrir problemas de salud que les dificultan sus actividades cotidianas”.
En definitiva, concluye el doctor Weiss, “los médicos tienen que identificar de forma más precoz a los niños en riesgo y aconsejarles sobre las posibles medidas preventivas. Y es que dado que el asma es por sí misma un factor de riesgo para el desarrollo de la EPOC, los afectados deben ser advertidos sobre los riesgos asociados a la exposición ambiental, caso por ejemplo de fumar, que podrían intensificar sus síntomas y aumentar la probabilidad de que desarrollen EPOC”.
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